De las inundaciones a la sequía

Las escasas lluvias, las altas temperaturas, y los fuertes vientos preocupan a los productores del norte provincial. En estos primeros días del año llovió 19 milímetros en esta zona de Realicó, lo que provocó que los primeros sembrados de maíces ya estén prácticamente perdidos. El presente año, por las últimas lluvias del 2017 y la gran humedad en el suelo, se presentaba muy bueno para el productor agropecuario en cuanto a la ganadería y sobre todo para la agricultura, pero poco a pocos la situación climática cambió y hoy ya se habla de una gran sequía. La falta de humedad también afecta los caminos vecinales, algunos el año pasado estaban intransitables por las inundaciones y ahora por la gran cantidad de polvo acumulado. También la falta de lluvias se nota en las calles de tierra del pueblo. Cuando transitan los vehículos generan una gran nueve de polvo que ingresa a las viviendas.
El suelo luego de las inundaciones del año pasado perdió rápidamente la humedad. Las pequeñas lagunas se secaron, las grandes bajaron su cota en forma considerables, al igual que las napas freáticas. Productores agropecuarios consultados por esta corresponsalía dijeron que los sembrados tempranos (de primera) ya fueron afectados por el estrés hídrico.
Según algunos datos consultados a los agrónomos de esta zona se presenta un   año con el fenómeno climático “La niña”, con muy baja precipitaciones para una amplia región del centro del país.

El bajo régimen de lluvia también afectará la preparación de las tierras para la cosecha gruesa adelantaron los chacareros y expresaron que el fenómeno de “La Niña”, escasas lluvias, se presenta durante el resto de la campaña comercial.
También uno de los productores consultados dijo el bajo régimen de lluvias, las altas temperaturas y los vientos no solo perjudica la cosecha del maíz, sino también la soja. Los servicios climáticos adelantan un febrero muy seco, donde
Se tiene que definir los rindes de la soja en gran parte de Argentina, ya que es cuando la planta produce sus vainas (fructificación) y posteriormente comienza con el “llenado de granos”. El llenado de granos es un período crítico, puesto que durante el mismo la deficiencia hídrica puede tener consecuencias irreversibles. En el caso del maíz la etapa crítica es la floración, y el maíz de siembra temprana ya tuvo el infortunio de atravesarla en condiciones secas.

 Ahora, las expectativas están puestas en el cereal de siembra tardía, cuya floración comienza precisamente en febrero, con lo cual podría sufrir el mismo destino, con graves consecuencias en los rendimientos.

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